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08/01/2024
La ciática, ese dolor punzante que viaja por el nervio ciático desde la espalda baja hasta las piernas, puede ser un doloroso desafío. A menudo, causada por una hernia de disco o crecimiento óseo excesivo, esta condición puede ser incapacitante. Pero, ¿cómo manejarla?
La ciática se manifiesta con dolor desde la región lumbar hasta las piernas, variando desde leve hasta intenso. Puede sentirse como una sacudida eléctrica, empeorar al estornudar y, en casos extremos, causar entumecimiento y debilidad muscular.
Dolor repentino e intenso: especialmente si se acompaña de entumecimiento o debilidad.
Dolor después de una lesión violenta: como un accidente de tráfico.
Problemas de control: dificultad para manejar intestinos o vejiga.
Causas y factores de riesgo de la ciática
La ciática surge del pinzamiento del nervio ciático. Hernias de disco, espolones óseos y, en casos raros, tumores o enfermedades como la diabetes, pueden ser desencadenantes. Factores de riesgo incluyen la edad, obesidad, ciertos trabajos y un estilo de vida sedentario.
La mayoría de los casos de ciática se resuelven con el tiempo y cuidado personal. Si bien las medidas de cuidado personal pueden aliviar los síntomas leves, es crucial buscar atención médica si persisten o empeoran.
Haz ejercicio de forma regular para mantener la espalda fuerte. Trabaja especialmente los músculos del torso, abdomen y la parte baja de la espalda para tener una buena postura y alineación.
Mantén una postura correcta a la hora de sentarte. Es muy importante elegir un asiento que ofrezca un apoyo bueno, para la zona lumbar o parte baja de la espalda, con apoyabrazos y una base giratoria. Si es necesario, coloca una almohada o una toalla enrollada en la zona del cóccix para mantener su curvatura normal. Intenta corregir la altura de las rodillas para que queden al mismo nivel que las caderas.
Realiza buenas posturas: Cuando pases mucho tiempo de pie, es recomendable descansar un pie sobre un taburete o una caja pequeña. Si levantas objetos que pesan mucho, acercalo a tu cuerpo, dejando que las piernas trabajen.
Para casos más graves, en Clínica Osten recomendamos llevar a cabo una intervención médica.
Fisioterapia: Ejercicios específicos pueden aliviar la presión en el nervio ciático.
Medicamentos: Analgésicos y relajantes musculares pueden brindar alivio temporal.
Inyecciones de esteroides: Para reducir la inflamación.
Cirugía: Necesaria en casos graves o cuando hay pérdida de función.
La ciática no tiene que ser un destino permanente. Con el tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida, la recuperación es posible. Ejercicio regular, mantener un peso saludable y evitar el sedentarismo son pasos vitales en la prevención.
Recuerda, tu espalda merece atención. Si la ciática te afecta, busca ayuda profesional. En Clínica Osten, estamos aquí para guiarte en el camino hacia una vida sin dolor.
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