Unidad de Miembro Superior
La Unidad de Miembro Superior de Clínica Osten cuenta con cirujanos altamente experimentados y de referencia en el campo de las lesiones de codo, hombro y muñeca.
Nuestra dedicación se centra en el diagnóstico, tratamiento e investigación de las afecciones musculoesqueléticas que afectan al miembro superior.
Atención integral
El objetivo principal es proporcionar una atención integral y altamente especializada para abordar las patologías que afectan estas articulaciones de manera efectiva, permitiendo a nuestros pacientes alcanzar la recuperación óptima en el menor tiempo posible. Reconocemos que la patología del miembro superior es altamente compleja y requiere un conocimiento profundo y una dedicación especializada.
En nuestra Unidad de Miembro Superior, destaca nuestra especialización en técnicas de cirugía mínimamente invasiva, como la artroscopia de mano, muñeca y codo, además del tratamiento endoscópico de los síndromes de compresión nerviosa más comunes, como el síndrome del túnel carpiano o el atrapamiento del nervio cubital en el codo.
Tratamiento de lesiones traumáticas
Además de las afecciones crónicas, nuestra Unidad también se especializa en el tratamiento de lesiones traumáticas del miembro superior, como fracturas en el codo, muñeca, escafoides, falanges y metacarpianos, así como reparaciones de lesiones tendinosas y nerviosas. Abordamos cada caso de manera individualizada, dedicando el tiempo necesario y garantizando una atención integral que considera las necesidades únicas de cada paciente.
Atención médica especializada
En Clínica Osten, nuestra Unidad de Miembro Superior se compromete a brindar una atención de vanguardia, combinando la experiencia de nuestros cirujanos de élite con las tecnologías más avanzadas.
Nuestro enfoque integral y especializado garantiza que nuestros pacientes reciban la mejor atención posible para recuperar su funcionalidad y calidad de vida en estas áreas críticas del cuerpo.
La prevención es el mejor tratamiento contra posibles lesiones
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Tratamiento de la artrosis
El tratamiento rehabilitador también es fundamental, ya que permite educar al paciente en la enfermedad, fomentando la autoayuda y la aceptación. Además, la pérdida de peso es un factor importante en la mejora de los síntomas, y los ejercicios aeróbicos de baja intensidad son útiles para incrementar la fuerza muscular y mejorar la circulación, así como el dolor y la movilidad articular.
En aquellos casos en que el tratamiento farmacológico y rehabilitador no ha dado resultado en la disminución del dolor y la mejora de la calidad de vida, se puede considerar la cirugía protésica, ya sea de cadera o de rodilla. Este tipo de cirugía es muy efectiva en la reducción del dolor y la limitación funcional en pacientes con artrosis avanzada.
¿En qué consiste la cirugía protésica?
Hay diferentes materiales y tipos de prótesis en el mercado, pero los resultados son similares y tienen una duración de aproximadamente 15 a 20 años. En la cirugía de cadera, se reemplaza la cabeza del fémur con una esfera metálica que se inserta en el canal medular femoral. Se coloca una cazoleta metálica en el acetábulo, que puede unirse al hueso por presión o mediante un cemento óseo.
En la cirugía de rodilla, se sustituyen las superficies articulares del fémur y la tibia con componentes metálicos adaptados a los cóndilos femorales y platillos tibiales, respectivamente. Estos componentes pueden unirse al hueso a presión o mediante un cemento óseo. No siempre se reemplaza la superficie articular de la rótula con un botón de plástico.
¿Cuánto dura una prótesis?
- Prótesis total de cadera estándar: La prótesis total de cadera está compuesta por dos componentes: femoral y acetabular. El componente femoral consiste en un tallo de metal que se introduce en el canal medular del fémur. El componente acetabular está compuesto por una superficie cóncava de metal, la cual puede o no alojar un plástico o polietileno, y se coloca a presión en la pelvis.
- Miniprótesis: La miniprótesis se caracteriza por tener un componente femoral de menor tamaño que el de las prótesis estándar, mientras que el componente acetabular es el mismo. El objetivo de esta prótesis es conservar la mayor cantidad de hueso femoral durante la cirugía. Se recomienda su uso en pacientes jóvenes, activos y en aquellos en los que no es posible la colocación de una prótesis de superficie, como en casos de deformidad de la cabeza femoral.
- Prótesis de revisión o rescate: Las prótesis de revisión o rescate son diferentes a las anteriores, ya que están diseñadas para solucionar los problemas relacionados con la extracción de prótesis primarias que han fallado. Están pensadas para corregir defectos óseos, debilidad de las partes blandas periarticulares, entre otros problemas.
¿Qué complicaciones pueden aparecer en una cirugía protésica?
- Trombosis venosa profunda: se produce cuando se forman coágulos de sangre en las venas profundas de la pierna, lo que puede causar hinchazón, dolor y, en casos raros, embolia pulmonar que puede ser fatal.
- Infección de la prótesis: puede ser superficial o profunda y puede ocurrir incluso años después de la intervención. La infección puede diseminarse por la sangre durante otra intervención o una manipulación dental y afectar a la prótesis.
- Lesión de los nervios o vasos sanguíneos de la extremidad: esto puede provocar una disminución de la sensibilidad o parálisis temporal o definitiva, o incluso la amputación de la extremidad.
- Rotura o perforación de un hueso: puede ocurrir durante la colocación de la prótesis o más tardíamente.
- Luxación de la prótesis: puede requerir una nueva operación para cambiar el implante o, en algunos casos, puede colocarse un aparato externo para mantener la articulación en su lugar.
- Limitación de la movilidad de la articulación: puede ocurrir debido a la aparición de calcificaciones o cicatrices adherentes alrededor de la prótesis.
- Cojera persistente: puede ser causada por pérdida de fuerza o diferentes factores expuestos anteriormente.
¿Cuándo está indicado poner una prótesis?
¿Qué esperamos de una prótesis?
Es importante evitar actividades deportivas de alto impacto o trabajo pesado que puedan dañar la prótesis, como correr, deportes de contacto, deportes de salto, ejercicios aeróbicos de alta intensidad, esquí, tenis, etc. Por otro lado, hay actividades que se pueden realizar después de la cirugía, como nadar, jugar al golf, hacer senderismo suave, montar en bicicleta de ocio, bailes de salón, subir y bajar escaleras, etc.