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22/12/2023
La articulación de la cadera, en términos simplificados, se compone esencialmente de una esfera, conocida como la cabeza del fémur, que gira dentro de una cavidad llamada acetábulo o cotilo. Este último constituye una parte integral de la pelvis y sirve como punto de rotación para el fémur, facilitando así los diversos movimientos articulares. La prótesis de cadera replica este diseño mediante un vástago femoral, cuyo extremo presenta una cabeza esférica que articula con un componente deslizante, generalmente de polietileno, que se encuentra anclado en un cotilo metálico. La distinción clave con la articulación natural radica en la ausencia de sensibilidad, eliminando así cualquier dolor asociado al desgaste articular.
La cirugía protésica en traumatología se refiere a sustituir o reemplazar una articulación dañada por una articulación artificial de metal y otros materiales que va a hacer la función de la articulación. En el caso de la cadera, la nueva articulación artificial se diseña para imitar todas las características de la cadera nativa, por lo que va a permitir el movimiento previo, va a estabilizar la articulación y va a soportar el peso corporal en las actividades del día a día.
La artrosis de cadera puede transformar lo que una vez fue un acto cotidiano en un desafío diario. Pero, gracias a los avances en la cirugía ortopédica, los profesionales del equipo de Clínica Osten, la intervención de prótesis de cadera ofrece una nueva esperanza para aquellos que sufren dolor y movilidad limitada. Adentrémonos en el fascinante mundo detrás de los bastidores de esta operación, un proceso que restaura la calidad de vida a través de la sustitución articular.
Cuando el dolor en la cadera es persistente y la artrosis ha erosionado la función normal de la articulación, la cirugía de prótesis de cadera se convierte en una opción crucial. Comenzamos la intervención accediendo a la cadera desde la parte posterior del paciente. Este enfoque proporciona una visión clara y directa de la articulación afectada.
Una vez dentro, el primer paso es liberar la cabeza del fémur. La articulación, dañada por la artrosis, requiere una atención especializada para permitir la manipulación y la sustitución exitosa.
El cotilo, el componente articular en la pelvis, es la primera área de enfoque. Este componente desgastado o dañado se retira con precisión para dar paso a la prótesis de cadera. Preparamos el área, asegurándonos de que esté lista para recibir la nueva articulación.
La colocación del componente protésico en el cotilo es una tarea delicada. La alineación precisa y la fijación segura son esenciales para garantizar una funcionalidad óptima y duradera.
La zona femoral es el siguiente punto de atención. Aquí, eliminamos la parte dañada de la cabeza femoral. Este paso es crucial para preparar el terreno para el componente protésico femoral.
En lugar de la cabeza femoral natural, colocamos un vástago que desempeñará la función de la cabeza. Este vástago es seleccionado cuidadosamente para adaptarse a las necesidades específicas del paciente y garantizar una integración sin problemas con la prótesis de cadera.
La sustitución de la articulación natural con una prótesis de cadera marca la culminación de la intervención. Cada componente, desde el cotilo hasta el vástago femoral, se ha colocado con precisión milimétrica para replicar la función de la articulación original.
La nueva prótesis no solo restaura la movilidad perdida, sino que también alivia el dolor que antes era una constante en la vida diaria del paciente. La calidad de vida experimenta una transformación notable a medida que la prótesis permite movimientos más fluidos y una funcionalidad mejorada.
La operación de prótesis de cadera no es simplemente un procedimiento quirúrgico; es una puerta que se abre hacia una vida renovada. Después de la intervención, se inicia un proceso de rehabilitación para fortalecer la nueva articulación y optimizar la recuperación del paciente.
La intervención de prótesis de cadera es una obra maestra de la cirugía ortopédica. Desde la delicada liberación de la cabeza femoral hasta la meticulosa colocación de cada componente protésico, cada paso está diseñado para restaurar la movilidad y aliviar el dolor.
Esta operación no solo transforma la anatomía física, sino que también abre las puertas a una vida sin las limitaciones impuestas por la artrosis de cadera. La sustitución articular es un testimonio del ingenio médico y un faro de esperanza para aquellos que buscan redescubrir la plenitud de la vida sin el lastre del dolor constante.
En cada intervención, estamos no solo reemplazando articulaciones, sino también restaurando la libertad y la alegría de vivir.
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