La gangrena es una condición médica grave y potencialmente mortal que se caracteriza por la muerte de tejido corporal debido a la falta de irrigación sanguínea o a una infección severa.
Hoy en Clínica Osten, te mostramos la importancia de una identificación temprana y el tratamiento inmediato son cruciales para prevenir la propagación de la gangrena y minimizar sus devastadoras consecuencias.
Qué es la gangrena
La gangrena es una patología que se manifiesta tras un bloqueo del suministro de sangre a uno o más tejidos, continuado por la necrosis y la descomposición de estos últimos. Generalmente afecta a las manos y los pies, aunque los órganos internos también corren este riesgo.
La gangrena puede ser de diferentes tipos: gangrena seca, gangrena húmeda y gangrena gaseosa
- Gangrena seca
Es muy característica de la diabetes y la arteriosclerosis y generalmente está causada por la falta de suministro de sangre en una extremidad o tejido, reduciendo gradualmente.
- Gangrena húmeda
Es causada por una proliferación bacteriana que se introduce en el organismo a través de una herida no tratada o infectada.
La gangrena húmeda se puede manifestar como consecuencias de quemaduras graves, congelación o lesiones. Ante este tipo de gangrena lo más recomendable es tratarla rápidamente ya que se puede propagar de una manera muy rápida.
- Gangrena gaseosa
Generalmente la gangrena gaseosa afecta a los tejidos musculares profundos, por lo que en un principio, la piel puede parecer normal.
En medida que la afección empeora, la piel se vuelve pálida y pasará por diferentes colores como el grisáceo o el rojo.
La zona afectada puede hacer un sonido crepitante al presionarla, debido a los gases dentro del tejido.
La causa más común de la gangrena gaseosa es la bacteria denominada Clostridium perfringens. Esta bacteria produce toxinas que liberan gases y producen la muerte del tejido.
Pronóstico de la enfermedad
El pronóstico puede ser letal si la enfermedad de la gangrena no es diagnosticada debidamente y se trata lo antes posible.
En los casos de gangrena húmeda, la evolución de la enfermedad es muy rápida y puede llegar a provocar septicemia, lo cual a menudo puede resultar mortal si se desencadena un choque séptico.
Por otro lado, la gangrena seca en caso de verse afectada por una infección bacteriana puede transformarse en gangrena húmeda, por lo tanto está sujeta a las mismas complicaciones.
En algunos casos muy graves, es posible que sea necesario extirpar la extremidad afectada por la gangrena o realizar resecciones cutáneas de tamaño variable.
Síntomas de la gangrena
Cuando nos encontramos ante una extremidad afectada por la gangrena, los principales síntomas son:
- La piel adquiere un color negro, verde, marrón e incluso rojo.
- La herida emite un líquido purulento o sangre, además podemos ver que está visiblemente infectada.
- El miembro o el tejido pierde la sensibilidad.
- En los casos de gangrena seca, la piel de la extremidad adquiere un color negro, seco y marchita.
En los casos de la gangrena húmeda, se puede observar:
- El tejido se encuentra distendido, blando e hinchado.
- La parte afectada emite un olor desagradable.
Para los casos de gangrena gaseosa, se presentan los siguientes síntomas:
- Septicemia
- Latido acelerado
- Respiración acelerada
- Fiebre
- Hipotensión
- Sensación de aturdimiento e incluso confusión
- Dolor
- Malestar
- Gas en los tejidos subcutáneos
Causas principales de la gangrena
Entre las principales causas de la gangrena podemos encontrar las siguientes:
- Falta de suministro de sangre
La sangre lleva oxígenos y diversos nutrientes al organismo. Además nos proporciona anticuerpos para que el sistema inmunitario pueda combatir las infecciones. Pero en caso de que el suministro de sangre no sea el adecuado o no esté siendo realizado, las células no pueden sobrevivir y el tejido de la zona se descompone.
- Infección
Si presentamos una infección y no la tratamos, puede causar gangrena.
- Lesión automovilística
Las heridas debidas a armas de fuego o las lesiones por aplastamiento en accidentes automovilísticos pueden dejar heridas abiertas y permitir que las bacterias ingresen al cuerpo. Si las bacterias infectan los tejidos y estos no se tratan, se puede producir la gangrena.
¿Se puede prevenir la gangrena?
Los pacientes que sufren diabetes deben realizarse pruebas frecuentes para medir los nivel glicémicos y evitar los bloqueos de flujo sanguíneo, además, deben prestar especial atención a cada herida, la cual se deberá de desinfectar con cuidado.
También se recomienda evitar exponerse a temperaturas demasiado frías, llevar calcetines y guantes gruesos durante el invierno.
Diferentes tratamientos para la gangrena
Cuanto antes se interviene un caso de gangrena, mayores son las posibilidades de resolverlo sin consecuencias. Algunos de los tratamientos más habituales son:
- Tratamiento antibiótico
Este es particularmente efectivo en los casos de gangrena húmeda
- Tratamiento quirúrgico
En los casos en los que la gangrena se encuentra en una etapa inicial, se eliminarán los tejidos ya necróticos. En caso en que la enfermedad esté avanzada, se deberá de realizar una resección orgánica. Para los casos donde la gangrena es irrecuperable, se deberá de amputar.
- Revascularización
Con la combinación de la revascularización y los fármacos que favorecen la vasodilatación se intentará restaurar el suministro adecuado de sangre en el tejido o extremidad.
Desde Clínica Osten te animamos a buscar ayuda de un especialista para esta enfermedad con el fin de tratarla con el mejor resultado.
Con cualquier consulta, no dudes en pedir cita con nosotros, ¡estaremos encantados de ayudarte!