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16/07/2021
El espolón calcáneo es el crecimiento del hueso del talón, generando una lesión en el pie. Se suele producir cuando la fascia plantar, es decir, el tejido elástico que une el talón con la zona situada debajo de los dedos del pie, debido a la sobrecarga que se puede producir.
El espolón calcáneo es un crecimiento del hueso, que se produce cuando la fascia plantar está sometida a excesiva tracción y sobrecarga. Esto puede crear unas microrroturas en su inserción. Esta parte se calcifica formándose esa especie de «hueso» que provoca un dolor agudo en el talón, como si fuesen pinchazos.
El síntoma principal del espolón calcáneo es el dolor en el talón, pero los pinchazos también pueden aparecer en cualquier zona de la planta del pie.
Sin embargo, debemos matizar que la aparición del espolón calcáneo no produce dolor en sí misma sino que lo causa la irritación de los tejidos que lo rodean.
El dolor es mayor cuando nos levantamos por la mañana de la cama y nos ponemos de pie, tras estar sentado durante mucho tiempo o al realizar actividades como caminar o correr.
Podemos destacar que se considera que el espolón calcáneo es una de las principales causas del dolor en el talón y no se considera parte de la anatomía normal del hueso. Por ello, está asociado en el 80% de los casos a la fascitis plantar.
El espolón calcáneo se produce por una acumulación de calcio, que deriva en una formación ósea anómala. Esto sucede tras soportar un exceso de presión en esa parte del pie durante un tiempo prolongado. Esta sobrecarga se produce, en la mayoría de ocasiones, por un aumento de tensión de la fascia plantar.
Existen factores que pueden aumentar las probabilidades de aparición de esta patología. Por lo tanto, el espolón calcáneo es más frecuente en personas que:
Tienen el pie muy arqueado o el pie plano.
Sufren sobrepeso.
Corren o practican deporte en superfices muy duras con un calzado inadecuado.
Utilizan zapatos muy duros durante tiempos prolongados.
Todos estos factores pueden propiciar su aparición y generar ese dolor en el talón tan molesto para el día a día que nos impide, en ocasiones, continuar con nuestra rutina
El espolón calcáneo en algunos casos se puede confundir con la fascitis plantar. Por ello, es necesario que un profesional realice un diagnóstico correcto prestando atención a los signos y síntomas que presenta el paciente.
En primer lugar, es recomendable que se realice una revisión de la historia clínica atendiendo a aspectos como los antecedentes familiares, los hábitos alimenticios, el tipo de calzado que utiliza, los posibles traumatismos que haya tenido en el pie o las actividades deportivas que ha practicado, entre otros aspectos.
Tras ello, se procede al examen clínico, que suele ser suficiente para detectar esta patología. Lo aconsejable es realizar una prueba radiológica en la que se observará si existe esa calcificación que tendrá forma de «saliente puntiagudo» que sale desde el talón hacia el interior del pie. Si en esta prueba no aparece esta nueva formación, hablaremos de fascitis plantar.
En realidad, los síntomas y el tratamiento son muy parecidos en las dos patologías. El objetivo es, en ambos casos, «destensar» la fascia disminuyendo así la inflamación y, por lo tanto, el dolor. Destacar que es muy importante realizar el diagnóstico lo antes posible para comenzar con el tratamiento adecuado.
El tratamiento del espolón calcáneo tiene varias fases, ya que va evolucionando, y son las siguientes:
– Fase 1: Dolor Agudo
El tratamiento habitual suele ser combinar medicación antiinflamatoria con diferentes tratamientos de fisioterapia encaminados a disminuir la inflamación en la fase aguda.
– Fase 2: Valoración y Tratamiento
En una segunda fase, que conviene iniciar lo antes posible, habría que realizar un correcto estudio biomecánico de la marcha o la pisada para valorar si tiene relación con la forma de pisar del paciente. En caso positivo, es necesario diseñar y fabricar unas plantillas personalizadas Podoactiva para fascitis plantar que permitan “destensar” la fascia de modo que cuando la fase aguda esté superada, podamos reiniciar la actividad con muchas menos posibilidades de recaída.
Los casos en los que el dolor sea muy agudo podremos trabajar de forma combinada las plantillas personalizadas.
En casos más severos de espolón calcáneo, la cirugía es una opción.
– Fase 3: Cambio de Hábitos
Una vez pasada la fase aguda, es muy importante que el paciente adopte unos hábitos correctos sobre ejercicios, estiramientos y sobre el uso de calzado correcto que debe utilizar tanto para la vida normal como para la actividad deportiva.
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