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16/06/2021
La hoffitis es una lesión de rodilla no muy conocida pero que se suele presentar con relativa frecuencia entre muchas personas. A lo largo de este artículo vamos a hablar sobre esta lesión, sus causas, cómo se diagnostica y qué tratamientos se pueden seguir.
La hoffitis es una patología de la rodilla que afecta al tejido graso que se localiza detrás del tendón rotuliano. Esta lesión puede llegar a provocar incapacidad para mover la rodilla, y se manifiesta principalmente con un dolor en la zona anterior de la rodilla. Además también genera un aumento de volumen por la inflamación de esta zona, que es lo que causa la limitación en los movimientos de flexo extensión de la rodilla.
Está lesión se suele confundir con la tendinitis rotuliana, ya que comparte parte de la sintomatología. Esto hace que se necesite de una resonancia magnética para poder realizar el diagnóstico de manera correcta.
La causa más común suele ser como consecuencia de un impacto repetitivo, como por ejemplo sucede con los corredores. Sin embargo, tras la realización de una hiperextensión de la rodilla rápida en fase de carga se puede generar un pinzamiento y provocar una inflamación en la grasa de Hoffa. Este último caso suele ocurrir cuando la carrera se realiza cuesta abajo.
Una mala dosificación de la carga de entrenamiento también es un factor de riesgo. Como vemos está muy relacionada con la práctica deportiva y una mala preparación.
Como principal síntoma, el paciente suele presentar un ardor o dolor intenso en la zona anterior y medial de la rodilla. En algunos casos puede incluso tener dolor en la parte posterior de la rodilla.
Este dolor se suele agravar cuando el paciente realiza rango de flexión o extensión máximo de la rodilla. Esto lo que genera es una limitación de la movilidad debido al dolor.
Además, el dolor intenso de la rodilla provocará una disminución de la actividad del cuádriceps. Esto conllevará a un debilitamiento secundario y una sensación de inestabilidad de la rodilla, que se debe intentar corregir.
Después de realizar una revisión física de nuestro paciente, se le coloca en posición de sedestación y se le presiona a los dos lados del tendón rotuliano y pidiéndole una extensión activa de rodilla. El dolor debería reproducirse ante una inflamación de la Hoffa.
Sin embargo, como ya hemos comentado, hay que realizar un diagnóstico diferencial de otras patologías como la tendinopatía rotuliana o el síndrome femoropatelar, puesto que la localización del dolor es similar.
Incluso en algunos casos, para descartar otras patologías, se deben realizar pruebas diagnósticas. La más frecuente es la resonancia magnética.
En nuestra clínica realizaríamos en primera instancia un tratamiento para disminuir tanto el dolor como la inflamación. Después se puede usar sesiones de fisioterapia para aliviar el dolor.
Técnicas como la neuromodulación percutánea con el dispositivo. El uso de vendajes específicos para esta patología también puede ser muy útil para que el dolor vaya disminuyendo.
Una vez que va desapareciendo el dolor y la inflamación, se realizaría terapia manual para aumentar ese rango de movimiento que se ve limitado y trabajar siempre que se pueda sin dolor.
Además, se llevaría a cabo un trabajo específico en el área de readaptación con el objetivo de aumentar fuerza muscular, control motor y estabilidad de la rodilla.
Solo en casos más graves, cuando estos tratamientos conservadores no funcionen, nos podemos plantear tratamientos quirúrgicos. Estos son la última opción, ya que requiere de un tiempo de recuperación mayor.
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