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23/04/2022
Una contractura muscular es una contracción del músculo que se da de una manera involuntaria debido a un contratiempo. Puede llegar a ser dolorosa, produciendo que el músculo afectado se endurezca e inflame, lo que puede afectar el funcionamiento normal del mismo. A continuación, explicamos más sobre qué es una contractura muscular, cómo aliviarla y cómo evitar que vuelva a darse.
Una contractura muscular es, como su nombre indica, una contracción del músculo. Esta contracción de músculo o alguna de sus fibras es continuada e involuntaria, provocando que el músculo esté en constante tensión.
Es una lesión es bastante común, no solo entre deportista, que puede impedir hacer gestos con normalidad y sin dolor. Por esa razón, es importante saber identificar las contracturas musculares, diferenciarlas de otras lesiones y poner remedio.
Las contracturas musculares pueden distinguirse según su origen:
Se trata de una lesión poco grave pero molesta que puede empeorar si no se trata debidamente. Si se retrasa excesivamente puede ser muy complicado recuperar el rango de movimiento normal.
Normalmente el músculo se contrae y se distiende pero, en determinados casos, el músculo no se relaja y sigue contraído, manteniéndose la zona dura e hinchada. Los síntomas, por lo tanto, son un abultamiento de la región al tacto, conocido como “nudo”.
Síntomas habituales son el dolor y la limitación del movimiento, con mayores limitaciones según la gravedad de la lesión. Por lo tanto, podemos distinguir estos cuatro síntomas:
El diagnostico se basa en la palpación del músculo afectado, para detectar posibles abultamientos o áreas con mayor tensión. Al desplazar los dedos se intenta detectar un punto con mayor resistencia, donde las fibras musculares están contraídas.
Además también se valorará si existe dolor en la zona, lo cual confirmará la presencia de una contractura. Otro método consiste en probar la movilidad del músculo afectado, partiendo con la referencia del músculo del lado opuesto.
En determinados casos, se puede realizar una radiografía de la zona afectada por el dolor para descartar una fractura.
Las contracturas musculares suelen aparecer cuando el músculo hace una actividad inapropiada, en intensidad o función. Así, puede ocurrir cuando levantamos demasiado peso o cuando realizamos un esfuerzo mantenido en el tiempo, por ejemplo. Algunas de las principales causas son:
Siempre se deberían prevenir las contracturas musculares realizando un buen calentamiento, previo al ejercicio físico, para preparar el músculo. También es útil hacer una programación progresiva de intensidad del ejercicio (de menos a más). Asimismo, un buen trabajo de flexibilidad evitará las contracciones musculares, al mejorar la distensión y recuperación del músculo tras el ejercicio.
Otras recomendaciones a tener en cuenta son las siguientes:
No se recomienda tratar las contracturas musculares por uno mismo, ya que los masajes que hagamos o los medicamentos que tomemos pueden ser inapropiados. Se aconseja acudir al especialista para que pueda clasificar la contractura y realizar el tratamiento más adecuado.
Además si no se trata se puede llegar a la rotura fibrilar. A continuación, veremos algunas pautas para el tratamiento:
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