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16/12/2022
El hombro está formado por la clavícula, la escápula y el húmero (que se inserta en la cavidad de la escápula, la glenoides). Es la articulación con más capacidad de movimientos, por la gran cantidad de músculos que la rodean. Una luxación en el hombro es una lesión habitual en la práctica deportiva y se produce cuando la cabeza del húmero sale del glenoides. Esto provoca un gran dolor e impide mover el brazo.
Cuando ocurre en jóvenes de menos de 20 años las probabilidades de que se produzca una segunda luxación son superiores al 80%, porcentaje que disminuye con la edad, siendo inferior a un 20% en pacientes mayores de 40 años.
Existen diferentes tipos de luxación de hombro:
La luxación de hombro es muy dolorosa, hasta incluso llegar a impedir que el paciente pueda mover el brazo. En la mayoría de casos, además, la luxación se produce por un desplazamiento hacia la parte anterior del hombro, viéndose la deformación que produce.
Como es una articulación en la que se insertan muchos nervios existe la posibilidad de que la lesión se agrave con algún daño neurológico que hace insensible el brazo e impide el movimiento.
El daño principal, no obstante, se produce en el anillo cartilaginoso, ubicado en el extremo de la articulación. Su función es la de asegurar que la cabeza del húmero se inserta en la glenoides. Normalmente se dañan la propia glenoides y los ligamentos. Si la luxación es de repetición los ligamentos van adquiriendo una laxitud de forma progresiva.
En primer lugar el especialista debe realizar una anamnesis para diagnosticar cada tipo de lesión o luxación. En base a eso se establecerá el tratamiento adecuado y el pronóstico que tendrá. También se deberá hacer una radiografía y Tomografía Computerizada (TC) para observar mejor la lesión y posibles alteraciones vasculares o nerviosas.
Paralelamente el especialista debe analizar y valorar la inestabilidad del hombro. Para ello se podrá servir de una valoración manual ortopédica. Cuantas más pruebas ortopédicas den un resultado positivo menos probabilidad de error habrá en el diagnóstico.
Normalmente las causas de la luxación de hombro son traumáticas, por un choque o golpe sobre la articulación, lo que hace que se fuerce demasiado, superando los límites de movimiento. Si la luxación de hombro es de repetición puede que no se haya dado obligatoriamente un golpe que la provoque sino que un leve movimiento de la articulación puede provocar la laxitud de los músculos que mantienen fija la articulación.
La luxación de hombro produce un dolor muy intenso, por lo que requiere de una atención inmediata para colocar la cabeza del húmero en el lugar correspondiente. Esto requiere maniobras mecánicas concretas que solo podrá hacer el especialista en Traumatología o el fisioterapeuta.
Paralelamente el paciente recibirá medicación para rebajar el dolor y el especialista colocará el hombro de nuevo en su lugar, procedimiento que puede ser doloroso, por lo que a veces se realiza en quirófano y con anestesia. A continuación se inmovilizará el brazo con un cabestrillo pero también deberán hacerse una radiografía y resonancia magnética para evaluar las lesiones que pueda haber en el resto de estructuras y ligamentos.
Los pacientes que tienen una actividad física intensa tienen riesgo de sufrir luxaciones de hombro de repetición. En tales casos se puede llegar a recomendar una cirugía con artroscopia para reparar la lesión de los ligamentos. Es una intervención mínimamente invasiva por lo que el paciente tendrá una buena recuperación y postoperatorio. Posteriormente deberá hacer rehabilitación para recuperar la movilidad y fortalecer la musculatura, pero la recuperación será favorable.
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