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27/07/2022
El dolor en el talón es una molestia que se presenta con cierta frecuencia debido a que el tobillo es una articulación propensa a sufrir lesiones a causa de su función de aguantar todo el peso de nuestro cuerpo. De esta forma, pueden hacer aparición una serie de patologías que causan dolor en el talón; en el siguiente artículo se recogen las más comunes, así como las posibles causas y sus tratamientos.
Con carácter general, los dolores en la zona del talón se deben a problemas estructurales, como no caminar de forma adecuada, el exceso de peso o entrenar durante más tiempo o a mayor intensiva de lo que realmente está preparado el cuerpo. El uso de un mal calzado también tiene importantes consecuencias en las lesiones y dolores que se presentan en el pie. En este sentido, el dolor en el talón no está causado por una sola lesión, como podría ser una torcedura o caída, sino por someter al talón a un golpeteo y estrés repetitivo.
El dolor se puede presentar tanto en la parte anterior, posterior o inferior del talón, siendo muy diversas sus causas. A continuación se mencionan las patologías más frecuentes que pueden causar dolor en el talón:
La fascitis plantar implica una inflamación de una banda gruesa de tejido que atraviesa la planta del pie y conecta el hueso del talón con los dedos del pie. Generalmente el dolor aparece con los primeros pasos cuando uno se levanta por la mañana; posteriormente, cuando se mantiene el movimiento, el dolor va disminuyendo, aunque puede volver a aparecer cuando se está de pie durante un período largo de tiempo o tras incorporarse después de estar sentado. Esta afección es común en personas que corren y que tienen sobrepeso.
Respecto a su tratamiento, suele utilizarse medicamentos antiinflamatorios, ejercicios de estiramiento, zapatos ortopédicos y el uso de una férula por la noche. En caso de que el tratamiento conservador no haya tenido los efectos deseados, se pasaría al tratamiento quirúrgico.
El espolón calcáneo es un crecimiento del hueso del talón en forma triangular o de lanza. Tiene lugar cuando la fascia plantar (tejido que une el talón con la zona de debajo de los dedos del pie) sufre una excesiva sobrecarga y tracción, dando lugar a unas roturas del tejido en su inserción. Ello provoca que esta zona se calcifique y se forme una especie de “hueso” que provoca un fuerte dolor en el talón (pinchazos).
La pronación se refiere al movimiento del pie cuando entra en contacto con el suelo y rota hacia dentro. Al caminar, el talón es el primer elemento del pie que impacta contra el suelo, trasladándose el peso a continuación a la parte exterior del pie hasta llegar al dedo gordo. Cuando este movimiento es excesivo y genera un estiramiento mayor a lo normal, provoca tensión en los ligamentos y tendones que están unidos a la parte inferior del hueso del talón. Ello provoca dolor en el talón, aunque también puede causar daños en la cadera, la rodilla y la zona lumbar de la espalda.
Existen numerosas afecciones que pueden provocar molestias en el talón, por lo que cabría mencionar las siguientes:
– La bursitis del talón: es una inflamación de un saco fibroso lleno de líquido que se encuentra en la parte posterior del talón. Se presenta cuando se camina de forma anormal o cae con fuerza el peso del cuerpo sobre los talones o por la presión del calzado.
– Fractura por estrés: se produce cuando se somete al pie a un estrés repetitivo, ejercicios extenuantes, deportes o trabajo manual pesado. Los atletas corredores tienen mayor predisposición a tener una fractura por estrés (aunque la osteoporosis también la puede causar).
– Enfermedad de Sever: se presenta en atletas infantiles o adolescentes, cuando las placas de crecimiento del hueso del talón se someten a un microtraumatismo repetitivo.
– Tendinosis de Aquiles: se refiere a una degeneración progresiva del tendón de Aquiles, debido a que el tendón sufre una tensión superior a la que realmente puede soportar. Entonces, el tendón se engrosa, se debilita y causa dolor.
– Deformidad de Haglund: es común en adolescentes, cuando el uso del talón aún no está desarrollado al completo y recibe un frote excesivo, produciéndose la formación de demasiado hueso. Normalmente, el pie plano suele ser la causa de esta deformidad. El uso de tacones altos antes de que el hueso esté maduro puede conllevar también este problema.
Entre las posibles medidas para prevenir posibles molestias en el talón son:
– Utilizar calzado adecuado según la actividad que se vaya a realizar.
– No utilizar tacones excesivamente altos.
– En caso de practicar algún deporte, realizar previamente un calentamiento adecuado.
– No someter al cuerpo a un estrés excesivo en la práctica deportiva, de forma que es necesario respetar los descansos tras la actividad física y combinarlo con una alimentación adecuada.
– Evitar el sobrepeso y en caso de tenerlo, llevar una alimentación que permita bajarlo.
Cuando el dolor en el talón persiste durante un tiempo prologando, se debe pausar la actividad física que se esté realizando y acudir a un especialista en traumatología, particularmente en lesiones del pie. Generalmente, el tratamiento será conservador, con antiinflamatorios, ejercicios de rehabilitación y/o el uso de una plantilla o calzado especial. También es posible que se recomiende la venda del pie para que algunos músculos y tendones no sufran una excesiva tensión.
Los casos que necesitan tratamiento quirúrgico son muy escasos, remitiéndose a supuestos muy concretos en los que el tratamiento conservador no hay tenido el impacto deseado.
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