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29/11/2023
El síndrome del corredor o también llamado síndrome de la cintilla iliotibial, es una de las lesiones más comunes del running. Se presenta como un dolor punzante en la parte externa de la rodilla, sobre todo cuando impacta el talón con el suelo y en fases muy avanzadas puede llegar a imposibilitar la carrera o ejercicio físico. En Clínica Osten tratamos todas las lesiones o patologías que afectan a deportistas mediante un enfoque integral y personalizado.
Este síndrome se presenta en un tendón situado en la parte externa de la pierna que recorre desde la parte superior del hueso pélvico hasta la parte baja de la rodilla.
En este caso hablamos de un tendón, que esencialmente es un tejido elástico amplio que conecta el músculo y el hueso.
El síndrome del corredor es una perturbación de la estructura del mismo y cuyos síntomas son dolores producidos en la parte exterior de la rodilla.
Se produce como consecuencia de las expansiones de los músculos tensores de la fascia lata y el glúteo mayor.
Existen diferentes motivos que pueden provocar su aparición:
Además, para evitar esta lesión deberemos de realizar calentamientos previos y estiramientos que se adapten a la actividad que vayamos a realizar, por otro lado, es fundamental que utilicemos un calzado adecuado. En Clínica Osten ofrecemos un análisis biomecánico para comprender las necesidades de la pisada de cada persona, además nuestro especialista Manuel Pereira es experto en tipos de calzado.
Este factor junto a una zancada demasiado larga, provoca que la cintilla roce con el fémur, incrementando el riesgo de padecer la lesión del corredor.
La lesión de la cintilla iliotibial se presenta con un dolor similar al quemazón agudo o incluso como pinchazos en la parte externa de la rodilla. Puede sentirse al practicar deporte y dependiendo del caso de cada deportista, puede durar entre tres y cuatro días desde que dejamos de practicar ejercicio.
El primer paso para tratar el síndrome del corredor es bajar la inflamación, esto lo podemos llevar a cabo de diferentes maneras como por ejemplo: la aplicación de hielo en la zona local, medicación anti-inflamatoria y analgéstica, fisioterapia y osteopatía, e incluso una infiltración de corticoides o similares.
Una vez hemos tratado la inflamación debemos de averiguar cuál es la causa que provoca esta lesión, con el fin de no recaer. Además, para evitar la lesión, deberemos de empezar un buen programa de entrenamiento personalizado y readaptación deportiva, con un refuerzo muscular correcto y calzado adecuado.
Es recomendable realizar un estudio biomecánico de marcha, ya que cualquier alteración en la alineación del tobillo puede provocar una lesión como esta. Este tipo de sobreesfuerzos prolongados suele ser el origen de la lesión.
Estas lesiones se pueden evitar o prevenir mediante un estudio personalizado de la pisada para corregir la supinación, además para ello también debemos de realizar buenos hábitos como estiramientos de la musculatura del tensor y glútea tras el entrenamiento, incluir ejercicios de fortalecimiento para prevenir su contractura.
Para aliviar el dolor en las rodillas y abordar el síndrome de la banda iliotibial (ITB), se pueden implementar diversas estrategias. En Clínica Osten contamos con un equipo de especialistas de fisioterapia, readaptación o entrenamiento personal entre otros servicios de medicina deportiva.
Si las medidas anteriores no logran resultados, en casos de fascia lata muy fibrosada o urgencia por competir, se puede considerar la intervención quirúrgica. Aunque es una opción más drástica, la experiencia ha demostrado resultados positivos al permitir que los pacientes vuelvan a correr sin dolor.
Ante cualquier signo de dolor o molestia, no dude en acudir a Clínica Osten, donde estaremos encantados de ayudarle a retomar su calidad de vida nuevamente. ¡Infórmate!
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