Dolor cervical por estrés: cómo identificarlo y aliviarlo
El estrés diario puede pasar factura a tu cuerpo, y una de las zonas más afectadas es la zona cervical. Aprende a reconocer los síntomas y qué puedes hacer para aliviarlo.
15/12/2025
Durante los meses fríos es habitual que muchas personas noten un aumento del dolor en la zona lumbar, especialmente aquellas con antecedentes de lesiones, problemas musculares o artrosis. No es casualidad: el frío tiene efectos directos sobre nuestro cuerpo que pueden agravar las molestias.
Estas son algunas de las razones:
- Contracción muscular: El frío provoca que los músculos se tensen, lo que puede generar rigidez, menor movilidad y dolor en la zona lumbar.
- Menor actividad física: En invierno solemos movernos menos y pasar más tiempo sentados o en posiciones estáticas. Esto debilita la musculatura de la espalda y aumenta la presión sobre las vértebras.
- Cambios en la presión atmosférica: Las personas con dolencias articulares pueden ser más sensibles a los cambios meteorológicos, aumentando la percepción del dolor.
- Malas posturas y sedentarismo: Con la rutina invernal, el teletrabajo o el uso prolongado del sofá, tendemos a adoptar posturas poco saludables que agravan la zona lumbar.
El dolor lumbar en invierno es más común en:
- Personas con hernias discales, protusiones o lumbalgias crónicas.
- Quienes han sufrido lesiones previas en la espalda.
- Personas mayores o con artrosis.
- Profesionales que pasan muchas horas sentados o de pie.
1. Mantente activo/a
Realizar actividad física suave y adaptada ayuda a mantener la musculatura fuerte y a mejorar la circulación. Caminar, estiramientos o sesiones de pilates terapéutico son grandes aliados.
2. Aplica calor local
El uso de calor seco en la zona lumbar puede relajar la musculatura y disminuir la rigidez. Es importante no abusar y utilizarlo de forma segura.
3. Mejora la higiene postural
Evita permanecer muchas horas en la misma posición, revisa la ergonomía de tu espacio de trabajo y no te olvides de estirarte cada cierto tiempo.
4. Consulta con un fisioterapeuta
El tratamiento fisioterapéutico personalizado puede aliviar el dolor, mejorar tu movilidad y enseñarte ejercicios específicos para prevenir recaídas.
5. Cuida tu descanso y tu alimentación
Dormir bien y mantener una alimentación equilibrada con alimentos antiinflamatorios puede ayudarte a reducir molestias de forma natural.
Si el dolor lumbar no mejora o se vuelve recurrente, es fundamental consultar con un especialista. En Clínica Osten contamos con un equipo multidisciplinar en fisioterapia, traumatología y readaptación que puede ayudarte a recuperar tu calidad de vida, incluso en los meses más fríos del año.
Solicita tu valoración y prepárate para un invierno sin dolor.
El estrés diario puede pasar factura a tu cuerpo, y una de las zonas más afectadas es la zona cervical. Aprende a reconocer los síntomas y qué puedes hacer para aliviarlo.