Estiramientos analíticos: técnicas para mejorar la movilidad articular
Cómo los estiramientos analíticos ayudan a optimizar la función articular
24/11/2022
El dolor de tobillo es uno de los dolores más prevalentes tanto en el ámbito deportivo como en la sociedad en general. El tobillo es una articulación compleja y aguanta el peso de todo el cuerpo, por ello, cuando hay una alteración de las estructuras de la articulación aparece el dolor que puede llegar a influir en las actividades de la vida diaria. Existen diferentes tipos de lesiones según la estructura lesionada y la gravedad de la lesión. Para realizar un tratamiento eficaz es determinante diagnosticar correctamente la lesión. En el caso del tobillo, la sintomatología de las lesiones algunas veces suele ser muy parecida y otras veces las pruebas de imagen no consiguen dar la información necesaria para realizar un diagnóstico certero.
La torcedura de tobillo o esguince de tobillo es la lesión más común de esta articulación. La mayoría de la gente ha sufrido un esguince a lo largo de su vida.
Un esguince es una distensión o rotura de los ligamentos ubicados en el tobillo. Esta distensión puede ser de los ligamentos internos del tobillo o de los ligamentos externos (más común).
Normalmente la torcedura se produce cuando el pie realiza una inversión (planta del pie mirando hacia dentro) y el tobillo se desplaza hacia fuera sobrepasando la tensión que pueden aguantar los ligamentos externos del tobillo. Esto puede suceder al pisar sobre un bordillo, un mal aterrizaje de un salto o por un golpe directo sobre la parte interna del tobillo.
Cuando se produce un esguince el dolor en un inicio suele ser insoportable y dependiendo del grado de la lesión pueden aparecer una hinchazón y un hematoma.
También, puede existir un coagulo de sangre por un reposo prolongado en la cama, inmovilización prolongada de una extremidad, etc. Este coagulo de sangre si se encuentra en la superficie no suele causar problemas graves, pero si se encuentra en una vena profunda puede ser peligroso, ya que puede causar una embolia pulmonar.
El dolor de tobillo al andar puede ser causado por diversas causas. Si el dolor se presenta en la parte posterior del tobillo, seguramente se tratará de una tendinopatía del tendón de Aquiles, aunque también pueda ser por una irritación de la grasa de Kager o por la enfermedad de Haglund.
En cambio, si el dolor es lateral seguramente se tratará de un esguince mal curado o una tenosinovitis de los peroneos.
Asimismo, si el dolor es en la parte medial se sospechará de una tenosinovitis del tibial posterior.
Por último, si el dolor es en la parte anterior puede existir una afectación de la capsula articular, una afectación de los tendones extensores o la afectación de la sindesmosis (articulación fibrosa que une la tibia y el peroné).
Todas las lesiones anteriormente mencionadas pueden producir dolor en reposo en sus estados más graves, pero, además, podemos encontrar otras lesiones como la artritis séptica, osteoartritis, gota, fracturas de tobillo, etc.
El dolor en el tobillo a menudo se debe a un esguince en el tobillo.
Además de los esguinces en el tobillo, el dolor puede ser causado por:
Los problemas en zonas cercanas al tobillo que pueden provocar que usted sienta dolor incluyen: